Genios vs audaces, la batalla por el oro académico.



                                La gente exitosa y no exitosa no 
varían mucho en sus habilidades. 
Varían en sus deseos de alcanzar 
su potencial. John Maxwell. 



Desde nuestros inicios en la vida estudiantil nos hemos percatado que siempre hay unas personas que triunfan y constantemente nos preguntamos ¿Por qué ellos sí y yo no? Y así vamos avanzando durante nuestro desarrollo intelectual siempre creyendo que el éxito de aquellos va vinculado única y exclusivamente a su inteligencia[1] y que por tal motivo el resto de nosotros, los “normales”, jamás lograremos obtener tal logro. Pues bien, es sencillo nunca haberlo intentado y simplemente darnos por vencidos creyendo firmemente que la posibilidad de conseguir estar entre los mejores es totalmente nula. Sin embargo, si buscamos ir en contra de nuestros pensamientos negativos veremos cómo paso a paso venceremos. Por lo tanto, este trabajo va dirigido a todos aquellos estudiantes que como yo un día quisimos brillar en la cúspide de lo académico y darles la honra a nuestros padres de ocupar el primer puesto en nuestro colegio.

Es totalmente erróneo pensar que quienes tienen grandes capacidades cognitivas son los únicos que pueden obtener notas altas, ya que la inteligencia no es garante de un buen rendimiento académico más si lo es el esfuerzo y el ímpetu con el que se asuma esta responabilidad. Y me refiero a esta última porque tal como lo expresaba el empresario benemérito Conrad Hilton “el éxito está conectado con la acción. La gente exitosa se mantiene en movimiento. Cometen errores pero nunca se dan por vencido”. Por consiguiente, ser lo que se le denomina un genio no definirá el triunfo académico. Como ejemplo de esto tenemos a uno de los más grandes virtuosos que piso nuestro plantea, Albert Einstein. Este personaje brillante en su época estudiantil la pasaba mal, debido a que jamás logró alcanzar unos buenos resultados en sus pruebas y hasta llegaron a rechazarlo en la Escuela Politécnica de Zurich por su funesto rendimiento en letras, porque a pesar de ser muy bueno en matemáticas y física, pero era pésimo en francés, geografía y dibujo. Lo anterior nos demuestra que de cierta forma la pericia nos ayuda en nuestro rendimiento escolar, sin embargo esto no nos asegura el triunfo en todas las áreas que debemos acabar de cumplir nuestro objetivo.

El éxito en el colegio es muy parecido al de la vida empresarial. Por ello, para ilustrarlo tenemos el siguiente ejemplo. A un grupo creativos llegó un licenciado en publicidad y a su lado se sentó el creativo mejor preparado de todo el conjunto. El primero de ellos se encontraba sentado creando un par de garabatos mientras el otro señor lo miraba con un poco de desdén pensando en cuan joven e inexperto se veía aquel muchacho. Cuando el gerente del grupo llegó, los saludo y les pidió que presentaran ante todos su nueva campaña de publicidad. El creativo mejor preparado estaba seguro de contar con una enorme ventaja, pues a pesar de haber realizado su trabajo con poco empeño confiaba en su gran talento creativo para ganar aquel reto. Cuando este es llamado, presenta su programa, el cual agrado a una gran parte del grupo. En cambio cuando el joven mostró el suyo, toda las sala quedó atónita ante la gran propuesta que tenían frente a ellos.
Evidentemente este ganó el reto sorprendiendo a aquel con mayor habilidad. Cuando el señor le pregunta al joven como lo había logrado este le confesó que no contaba con una gran experiencia y un talento abismal pero que con esfuerzo y dedicación había logrado obtener aquel maravilloso resultado. Así se da también en la vida estudiantil, ya que de nada sirve tener una gran habilidad para realizar un trabajo si no se es capaz de llevarlo a cabo con ahínco, ambición y voluntad.
 
Por otra parte, para llegar a triunfar es esencial comprender que el colegio no es un lugar donde solo se evalúan las capacidades lógicas, debido a que este consta de diversas áreas con temáticas relacionadas a diferentes tipos de habilidades. Del mismo modo y establecer una relación de semejanzas ocurre en el comportamiento de algunas aves a la hora de acortejar. Muchos pájaros, como el ave de lira, acortejan a su pareja imitando cualquier sonido que escuchan. Sin embargo, su éxito consiste en tener un amplio espectro de sonido para lograr atraerla. Por el contrario, existen otros, como el pájaro tejedor de África, quienes atraen a la hembra construyendo magníficos y creativos nidos con diversos materiales colocando su esfuerzo y creatividad a flote para lograr obtener lo que anhelan.

Antes que nada, el ser un buen estudiante se basa en los buenos hábitos que se tengan. Por esto, en su seminario “Study Less, study Smart”  el Dr. Martin Lodbell aconseja estudiar en secciones de 25 a 30 minutos pues argumenta que según “un estudio en la Universidad de Michigan se logró determinar que a partir de la media hora de lectura los alumnos comenzaron a distraerse y su entendimiento del texto comenzó a verse resentido”. Además, añade que es necesario “tomar un pequeño descanso de cinco minutos cada media hora para “cargar las baterías” luego de un bloque de estudio efectivo”.

Finalmente, quiero aclarar que como dijo Arnold Schwarzenegger “no hay absolutamente ninguna otra forma de triunfar en la vida si no es por el constante esfuerzo”. También, más que la habilidad y la perspicacia que se pueda tener, lo que vale es ser constante y aplicado, sin desfallecer y contemplando cada obstáculo como un impulso que te lleve más cerca de aquello que quieras alcanzar.

Webgrafía:

definicion.de/inteligencia

noticias.universia.net.co/


www.si-educa.net/



[1] La inteligencia es la capacidad de elegir, entre varias posibilidades, aquellas opciones más acertadas para la resolución de un problema.

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