Análisis de la serie Mad Men.


Mi trabajo, mi hogar: publicidad creada por las apariencias.



Lo que llamas amor fue inventado por tipos como yo para vender medias”. Don Draper.
Mad Men es una serie de televisión estadounidense que narra una historia dramática, la cual cuenta con siete temporadas ambientadas en la década de los sesenta en “la gran manzana”, Nueva York. Esta gran pieza audiovisual fue dirigida y producida por Matthew Weiner, quien dio a conocer su obra maestra el 19 de julio de 2007. Desde entonces ha contado con una gran aceptación por parte del público debido a su exquisitez visual, ya que genera en el espectador esas ganas insaciables de consumismo sensorial que se activa con la interpretación de cada personaje y el magnífico, esplendido y glorioso entorno en el que se desarrollan. Por tal motivo, este producto audiovisual ha sido galardonada en prestigiosas ceremonias de premiaciones. Entre ellas encontramos tres Globo de Oro a mejor serie de TV dramática y una en la categoría a mejor interpretación de un actor en una serie de televisión[1]. Además, cuenta con un repertorio de premios Emmy, entre los que se encuentran mejor serie dramática[2], mejor actor principal en una serie de drama[3], mejor actriz en una serie dramática[4], mejor actriz de reparto en una serie dramática[5], mejor casting para una serie de drama[6], premio a la escritura excepcional para una serie dramática[7], premio al diseño de producción excepcional para un programa de tiempo narrativo (una hora o más), entre otros. Concluyendo así con un total de setenta y dos premios en diferentes categorías de galardones a la excelencia.
La historia que comparte esta producción audiovisual es la de un grupo de personas que pertenecen a una agencia de publicidad, quienes buscan el ascenso tanto en su vida profesional como en la laboral. El tema fundamental se centra en los cambios en la vida de las personas, teniendo como aspecto importante las variaciones que causa el trabajo en la existencia de las mismas. Por tal motivo, en este producto cultural se va narrando como los personajes intentan lidiar con las cosas que irremediablemente atacan la vida como lo son el amor, la familia, las nuevas experiencias, los sueños y anhelos que cada uno tiene. En el caso del protagonista, su pasado se presenta mediante Flashbacks[8] con el fin de que el consumidor serial conozca su pasado y por ende su proceder en el presente.

La serie cuenta con siete temporadas. Desde la primera a la cuarta degustamos un total de trece capítulos, la quinta y sexta llevan doce y por último, la séptima temporada cierra con catorce inigualables capítulos. Cada una de ellas presenta situaciones interesantes que se desarrollan dentro de sí mismas o recurren a la siguiente para hacerlo, activando el estado de expectativa en el receptor. A continuación, se presenta la secuencia narrativa de las cinco primeras temporadas.

La primera temporada nos exhibe a la prestigiosa agencia de publicidad Sterling Cooper[9], que cuenta con unos empleados peculiares cuyas vidas personales se encuentran enlazadas con sus trabajos. Los romances extramatrimoniales que surgen en dicha empresa no se hacen esperar, pues Joan mantiene una relación sentimental con Roger Sterling y Don aprovecha la comunicación que le ofrece su trabajo para mantener relaciones con algunas conocidas y hasta con las esposas de sus clientes. A su vez fruto de un momento apasionado entre Peter y Peggy nace un bebe que es desconocido por su padre y que recibe el repudio de su madre. No obstante, ella logra ascender de empleo y pasa de ser la secretaria de Draper a redactor junior. Al tiempo, Don obtiene un gran ascenso que lo convierte en socio de la agencia. La aparición del hermano de Draper en su vida, le genera una angustia que pretende desaparecer por medio del dinero. Su hermano a pesar de aceptar dicho medio, decide suicidarse como último remedio a la vida ausente que llevaba. Lo único que le deja a Dick Whitman su hermano, es una caja de recuerdos que más tarde le traería chantajes y otros problemas.

En la segunda temporada la agencia comienza a tener una fluida variación de personal y con ella se ofrece varios cambios en la vida íntima de cada uno. Joan anuncia su compromiso con un doctor, lo que da paso a que Roger no se vea implicado sentimentalmente con ella y abra camino a su nuevo lio amoroso con la nueva secretaria de Draper. Dicha situación genera la separación con su esposa. Algo similar sucede cuando Betty le insinúa a Don que sabe acerca de las amantes que ha tenido y aunque este niega sus acusaciones ambos optan por darse un tiempo. En él, Dick aprovecha para visitar a su vieja amiga, Ana. Finalmente, el distanciamiento con su esposa termina con el regreso de él al hogar recibiendo la llegada de un nuevo miembro a la familia[10]. Por su parte, Peter pierde a su padre y además podría también hacerlo su herencia, pues al no poder tener hijos consideran la posibilidad de adoptar. No obstante, no todo es tonalidad gris, ya que al fusionarse Sterling Cooper con P.P&L[11] él se convertiría en director de cuentas.

En la tercera temporada, tras la compra de Sterling Cooper, llega Lane Pryce el nuevo director financiero que ayudaría en las cuentas de la misma. Mientras esto sucede, Joan se va de la agencia y se encarga de la supervisión de la tienda de Bonwit Teller. Peggy por su parte atraviesa nuevos campos en su vida, en la oficina prueba la marihuana y decide irse a vivir a Manhattan. Donald y Betty pasan por situaciones críticas, pues tras meses de que el padre de Betty viviera con ellos, muere. Ambos conocen personajes que cambiarán un tanto su destino, Betty conoce a Henry Francis y Draper a Conrad Hilton[12], quien complica su vida profesional. Ella descubre la verdad detrás de su esposo, por la caja de recuerdos que el hermano de este le había dado. Mientras el país se encuentra afectado por la muerte de Kennedy, Betty le pide el divorcio a Don para así poder casarse con Henry y mudarse con los niños a otro lugar. En la agencia nada va bien, McCann Erickson desea comprarle Sterling Cooper a P.P&L y a pesar de los esfuerzos de los socios por comprar la agencia, no se logra ofrecer una mayor oferta por dicho bien, así que deciden crear S.C.D.P[13].

En la cuarta temporada surge vida dentro de algunos personajes. Joan está en embarazo proveniente de una noche con Roger Sterling y por convicción propia decide mantener el bebé en secreto. Trudy, la esposa de Peter, también se encuentra en cinta después de tantos intentos fallidos. Por otra parte, en la vida de Peggy surge el caos sentimental, puesto que en una noche termina con el que podría haberla llevado al altar, pasa una agradable cena con Draper y vuelve a entrar en su vida Duck. La existencia de Dick comienza a tener unos altibajos importantes, ya que pierde a la única persona que realmente lo conocía, la verdadera esposa de Donald Draper, Ana. Luego de dicho suceso, Dick, después de probar tantos labios y pieles, decide quedarse con su más reciente relación, por ello le pide a Megan, su secretaria, que sea su esposa. Los nuevos cambios en la empresa generan que su mayor sponsor, Lucky Strike, rompa el vínculo con la agencia llevándola a un grave desequilibrio económico. A pesar de esto, Peggy consigue la cuenta de Topaz, generando el balance que la agencia necesitaba.

La quinta temporada nos provee de nuevas aspiraciones. Por su lado, Megan desea ser actriz a pesar de haber subido un escalafón en la agencia. Joan le confiesa a Sterling que su bebé es de él. Además, sin importarle su nuevo roll como madre, ella aprovecha una cuenta para convertirse en socio junior de la agencia gracias a un trato inmoral con un cliente de Peter. Por otra parte, Peggy decide crear una nueva vida junto a su novio Abe, del mismo modo, acepta tomar la oferta que le hizo otra agencia para obtener el mismo empleo que Don. Por otro lado, Betty sufre un cambio notorio en su vida debido a que su contextura física cambia al sufrir de hipotiroidismo. Finalmente, Dick le pide la renuncia a Lane por haber hecho un cheque en su beneficio falsificando su firma, lo que conduce a este se suicide y despierte sentimientos de culpa y arrepentimiento a Draper.

La pieza esencial de la estructura narrativa la encontramos en el poder que tienen los personajes y el entorno en el que dichos se desenvuelven, ya que ambos son los elementos principales para el buen desarrollo del producto audiovisual. Para comprender la importancia de los personajes dentro de una producción debemos afirmar que ellos son a la serie como las flores al jardín, indispensables. Por ello, a continuación, se realizará un análisis a los personajes principales.

A lo largo de la serie, vemos la metamorfosis que sufre Peggy Olson[14] a raíz de su nuevo empleo, en el que deja de ser una chica de hogar para convertirse en una mujer. De esa manera, ella se muestra como la heroína del género femenino en un empleo y una época que era en si misma machista. Al principio, se mostraba siendo una joven ingenua que no sabía nada acerca de la vida y que no tenía idea de lo que era ser estratégica. Aunque esto sucedía, con el paso del tiempo, ella se abrió a experiencias desconocidas que le ayudaron a ingresar a nuevos capítulos de su vida como obtener un alto cargo laboral, comenzar a consumir alcohol y a fumar cigarrillo en exceso, salir con cualquier chico con el que tuviera oportunidad y decidir hacer su vida lejos de su familia sin preocuparse por su hijo bastardo. Ella rompe con el estereotipo de una joven que trabaja en una oficina, ya que no es para nada hermosa ni deseable y mucho menos se muestra como una mujer amable y sumisa ante la inminente cantidad de testosterona de la oficina.

La imponente pelirroja y voluptuosa Joan Holloway[15], es un personaje que cumple el papel de ser la recompensa, esto debido a sus relaciones con personas de la agencia. No obstante, toma la determinación de olvidarse de ellos con el fin de construir su hogar. A pesar de todos los pronósticos, ella se muestra como una tierna y responsable madre, sin embargo, este detalle no le impide dejar de ser el icono sexy de la agencia, caracterizándose por ser siempre orgullosa, elegante, leal y decidida a hacer cualquier cosa para conseguir lo que quiere, cumpliendo con el estereotipo de secretaria de la década de los sesenta.

Por su parte, Peter Campbell[16] es el villano, la clase de tipo que se encarga de hacerle la vida cuadritos a quienes logran brillar más que él. Se muestra a modo de alguien que nunca está satisfecho con lo que tiene y aspira llegar a tener lo que otros han logrado. Tiene un corazón asqueroso, corroído por la envidia, algo completamente contrario a sus facciones delicadas y a sus hermosos ojos azules. Bajo ninguna circunstancia Campbell cambia, por ello siempre se presenta como él es, odioso, egoísta e insensible. A pesar de amar a su cónyuge y serle fiel durante mucho tiempo, decide tener amoríos con la esposa de un hombre que es cercano a él, con el fin de intentar salir de la aburrida vida que llevaba, pues en su existencia reina querer tener o ser lo que realmente no es.

Al igual que Peter y Joan, Donald Draper[17] es un personaje pasivo, puesto que durante la historia nunca muestra cambios notorios en su comportamiento, siendo el héroe, el modelo de vida al que todos los hombres aspiran y la razón principal por la que las mujeres le son infieles a sus esposos y a su libertad. Un hombre que más allá de su virilidad y su atractivo físico esconde un oscuro pasado que no lo hace libre, que lo convierte en alguien inmoral, insensible, ambicioso, descarado, osado y ante todo mentiroso. Su propia vida es una ilusión, una máscara que a veces lo hace perderse en su vaga existencia y que no le permite saber con certeza quien es en realidad. Ama a sus hijos[18] de la manera en que él hubiese querido que lo amaran en su infancia y se compromete sentimentalmente con alguien fingiendo la estabilidad que siempre anhelaba pero que nunca obtuvo. Se encubre bajo su capa de orgullo y seguridad por medio de su talento innato de creativo, persiguiendo siempre la majestuosidad que le brinda su arduo trabajo que lo hace brillar, permitiéndole conseguir aquello que lo motiva a vivir… la atención que de niño no tuvo.

Cada uno de los personajes busca destacarse laboralmente y es precisamente este lugar el que determina a ciencia cierta a cada uno de ellos. Se debe tener en cuenta que el entorno les permite desarrollarse conforme a sus objetivos. Aunque, es este mismo, quien ajusta a su medida a cada persona, aportándole un valor diferente, cambiando su manera de ser y pensar.

La agencia es el lugar propicio para el tema a tratar en la serie, puesto que en este se ve replanteado las acciones cuerdas de cada empleado, como lo afirma su título “hombres dementes”. Este espacio se destaca por ser la zona de confort de los personajes, ya que vemos como cada uno se encuentra a gusto con el lugar, siendo este a su vez el refugio de aquellos que no quieren enfrentarse a la realidad de sus hogares. El entorno le transmite al espectador el aire de opulencia y seriedad, el olor a tabaco, alcohol y éxito.

Uno de los entornos que cabe resaltar dentro de este producto cultural es el bar[19], al ser un lugar donde se llevan a cabo algunas reuniones, tanto personales como laborales, en las que muchos de los personajes fingen disfrutar del momento y la localidad a pesar de que estas no sean de su total agrado. Peggy nos demostraba como un burdel es un lugar importante a la hora de tomar decisiones dentro de la agencia, pue es allí donde se le da la bienvenida a su nuevo trayecto laboral.

Los recursos formales son fundamentales en las producciones audiovisuales, al ser estos la manufactura que el televidente consume. Se debe hacer hincapié en los elementos visuales, donde podemos incluir el picado y los planos medios de la cámara que le permite al receptor serial sentir el acercamiento y respeto por los héroes de la historia. Dentro de los aspectos estéticos hallamos la importancia del efecto vintage[20] en la imagen de la serie en conjunto con el vestuario de los personajes porque le permite al telespectador remontarse a la época y le da un aspecto de antiguo a la producción. Cabe resaltar que los tonos cálidos permiten llenarse de una carga de vitalidad y energía completamente opuestos al tiempo sombrío por el que pasaba Estados Unidos en la década de los sesenta, permitiéndole al espectador ver una cara diferente de los sucesos de la Guerra Fría.

Por otro lado, es importante resaltar que este producto cultural carece de efectos sonoros ya que la música no es un aspecto que prevalece en esta, este solo hace presencia al final de cada capítulo y en momentos especiales como una fiesta, en un bar o en las alucinaciones que sufren los personajes luego de haber consumido alguna droga. Este aspecto quizás se relaciona mucho con el carácter del protagonista de la serie, puesto que Donald le confiesa a Megan, que odia la música y que no disfruta de ninguna representación de esta.

No obstante, hay que destacar la perfección que existe en los diálogos de dicha producción, ya que encontramos en su mayoría conversaciones bastante acertadas por parte de los personajes en momentos críticos de la historia. Como olvidar cuando Sally, la hija de Donald y Betty, encuentra a Sterling Cooper en un momento intimo con la madre de Megan. Luego de esta situación Sally comienza a hablar con Glen, su amigo, y cuando él le pregunta “¿cómo está la ciudad?” ella le responde: “sucia”. Otra de esas conversaciones inigualables se lleva a cabo en el momento en el que Betty se entera del pasado de Dick, pues cuando salieron a acompañar a sus hijos en la noche de Halloween y la vecina que les iba a dar los dulces dice: "Tenemos una gitana y un vagabundo." Y dirigiéndose hacia Don le pregunta: "¿Y quién se supone que eres?".

Uno de las situaciones que une a ambos recursos formales, se puede contemplar en escenas como la de la cortadora de césped, en la que se hace uso exagerado de la sangre a manera de recurso visual y cuenta con un dialogo excéntrico que complementa un momento donde se tiene como protagonista el humor negro que solo una serie dramática como Mad Men puede concebir.

Es importante percatarse del grado de universalidad y simbolismo que esta producción audiovisual propone. Entre estos encontramos el papel estereotipado que cumplen los personajes, ya que visiblemente vemos a Donald y a Peggy como los héroes. Claramente Draper es el símbolo de “macho” de los años sesenta, Betty el de la ama de casa, Peter el de hombre envidioso y Sterling el del anciano millonario. Por otro lado, como ya se había mencionado, Peggy difiere en esta labor debido a que su papel de secretaria no concuerda con su aspecto físico pues no representa el estereotipo de belleza americana.

Tener afinidad con algún personaje de esta serie es una tarea un tanto complicada debido a que muchos de ellos tienden a cambiar a medida que la historia avanza. Contrariamente, otros personajes manejan un perfil estático y su personalidad no es amena a la empatía. Sin embargo, existe esa inevitable conexión con el cambio de los personajes ya que se genera la expectativa en el receptor acerca de una nueva faceta en la historia de dichas personas.

Para comprender el proceder de cada personaje es necesario conocer aspectos propios de su vida, como las cosas que lo motivan a hacer lo que hace y el pasado que ha generado que cambien en aspectos tanto físicos como psicológicos, que al final determinan su manera de ver la vida y de afrontar los nudos a los que se expone su historia.

Lo que más resaltan los televidentes acerca de esta serie dramática tiene que ver con la ansiedad y expectativa que esta genera, porque es ineludible tener la necesidad de conocer a fondo qué sucedió y sucederá en la vida de cada personaje, surgen preguntas como: ¿qué pasara con una cuenta?, ¿cómo será diseñada la publicidad de una marca?, ¿qué sucederá con la agencia?, ¿qué personajes saldrán y entrarán a hacer parte de la agencia? En fin, una inmensa cantidad de cuestiones que solo tienen solución con el progreso de cada minuto, capítulo o temporada.

Otra cualidad resaltada en dicha producción es la perfección que tuvieron en cuanto al manejo de la estética, puesto que no es muy común ver representada una época cuidando cada mínimo detalle. Se puede contemplar en cada capítulo un objeto que hace evocar al televidente a la década de los sesenta, teniendo elementos tan simples como una botella de Coca Cola o un paquete de papa UTZ, hasta elementos más efusivos como un Cadillac o un Jaguar propio de aquellos años. Además, es importante resaltar los vestuarios de los personajes, al ser este un aspecto esencial que no solo los determina a ellos sino a los años y labores que representan.

Los espectadores también agradecen el desarrollo que el reparto tuvo a la hora de realizar la serie, teniendo en cuenta que se les tenía prohibido realizar dietas y ejercicios que les impidiera lucir como lo hacían en esa época. Por otra parte, es interesante ver la evolución que tienen personajes como Sally, pues al ser interpretada por la misma actriz es evidente el cambio que sufre, que se puede percibir en ella tanto en la madurez física como en los psicológicos del personaje.

Además, cabe resaltar la importancia que obtienen la tonalidad y la cámara con la que fue grabada la producción, ya que hacen de la imagen un deleite completo, auspiciado por la excelente labor del director fotográfico, pues sin su trabajo la serie no sería la misma dado que el tono cálido con el que se muestra la imagen le da un valor agregado a la producción, forjando en el telespectador la sensación de intensidad y energía que generan dichos tonos en el cerebro.

Bibliografía:

FERRRÉS, Joan. (1994). Televisión y Educación. Paidos. España.

http://es.madmen.wikia.com

https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_awards_and_nominations_received_by_Mad_Men#Emmy_Awards




[1] Jon Hamm.
[2] Matthew Weiner.
[3] Jon Hamm.
[4] Elisabeth Moss.
[5] Christina Hendricks.
[6] Laura Schiff y Carrie Audino
[7] Kater Gordon y Matthew Weiner.
[8] Técnica narrativa utilizada en cine y literatura que consiste en intercalar en el desarrollo lineal de la acción secuencias referidas a un tiempo pasado.
[9] Localizada en Madison Avenue, Nueva york.
[10] Eugene Scott Draper.
[11] Puttnam, Powell, y Lowe
[12] Fue un empresario hotelero estadounidense, fundador de la cadena de Hoteles Hilton.
[13]Sterling Cooper Draper Pryce.
[14] Nació el 25 de mayo de 1939.
[15] Nació el 24 de febrero de 1931.
[16] Nació el 28 de febrero de 1934.
[17] Dick Whitman, nació el 1 de junio de 1926.
[18] Sally Draper, Bobby Draper y Eugene Draper.
[19] ya sea dentro de un restaurante o una fiesta
[20] Se emplea para denominar algo perteneciente a una época pasada que aún sigue siendo valorado.

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